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Libros y cuentos

Hansel y Gretel, el cuento de la semana

¿Sabes cuál es el cuento de Hansel y Gretel? Disfruta con el cuento corto de Hansel y Gretel, un clásico que que podréis ver en el vídeo de Hansel y Gretel.

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El cuento infantil de Hansel y Gretel es un cuento clásico ideal para fomentar la lectura en los niños. Con el vídeo de cuentos infantiles los peques conocerán la historia de Hansel y Gretel, un cuento original muy divertido.

El cuento corto de Hansel y Gretel narra la historia de dos humildes y hambrientos niños que se vieron engañados por una "inofensiva" anciana, quien tendría unos malévolos planes para ellos.

Hansel y Gretel cazadores de brujas

Hansel y Gretel cazadores de brujas es un relato tradicional para leer con los niños ¿quieres conocer la historia? Nosotros te la contamos en el siguiente vídeo de Hansel y Gretel ¡Te encantará!



hanzel y gretel

¿Qué aventuras vivirán en medio del bosque a Hanzel y Gretel?

Junto a un bosque muy grande vivía un leñador muy pobre con sus dos hijos y su mujer, madrastra de los niños. El niño se llamaba Hansel, y la niña Gretel. Vivían una época tan dura que apenas tenían qué comer, así que una noche, el leñador, que estaba en la cama pensando sin poder dormir, le dijo a su mujer:
LEÑADOR: ¿Qué va a ser de nosotros? No podemos alimentar a nuestros hijos…
MUJER: Tengo una idea, mañana los llevaremos a lo más espeso del bosque, y cuando se descuiden nos iremos. Como no sabrán encontrar el camino de vuelta nos libraremos de ellos.
El leñador no estaba del todo convencido,pero Hansel y Gretel, desde la habitación de al lado, desvelados por el hambre, habían escuchado toda la conversación. Gretel rompió a llorar y su hermano la consoló.
HANSEL: No llores Gretel, yo encontraré la solución.
Y a primera hora de la mañana la madrastra llamó a los niños:
MUJER: Vamos niños, tenemos que ir al bosque a por leña con vuestro padre.
Y les dio a cada uno un trozo de pan.
De camino, Hansel, que había desecho en migas el trozo de pan dentro de su bolsillo, fue deteniéndose de vez en cuando y volviendo la vista hacia su casa para dejar un rastro de migas de pan que les sirvieran de camino de vuelta.
Una vez en medio del bosque el padre les dijo:
LEÑADOR: Ahora quedaos aquí, os encenderé un fuego y vuestra madre y yo iremos a recoger leña. Cuando terminemos, vendremos a recogeros.
Del cansancio, los dos hermanitos se quedaron dormidos al lado de la hoguera, y cuando despertaron ya era de noche.
HANSEL: No te preocupes hermanita, encontraremos el camino de vuelta siguiendo las miguitas.
Pero los miles de pájaros del bosque se habían comido todas las migas de pan, así que anduvieron y anduvieron toda la noche, pero no lograron encontrar el camino de vuelta.
Al mediodía del día siguiente vieron un hermoso pajarito blanco, y decidieron seguirle. Éste se posó sobre el tejado de una casita, y cuando se acercaron ¡se dieron cuenta de que la casita estaba hecha de chocolate y cubierta de nata!
Los niños, que estaban muertos de hambre, no dudaron en comenzar a devorar la casita, cuando de repente salió una mujer muy muy mayor. Hansel y Gretel se asustaron y dejaron de comer, pero la mujer les dijo:
BRUJA: No temáis pequeños, ¿cómo habéis llegado hasta aquí? Entrad, entrad, que no os voy a hacer daño.

Y dentro de la casa les dio una merienda deliciosa con leche, bollos y mucha fruta. Después les llevó a unas camitas, y los niños durmieron felices pensando que ya no corrían peligro.
Pero en realidad la mujer, aunque aparentaba ser buena y amable, era una malvada bruja que había construido la casita con la única intención de atraer a los hermanitos y comérselos. Las brujas, aunque tienen muy mala vista, tienen un olfato espectacular, por lo que había olido a Hansel y a Gretel desde kilómetros de distancia.
La bruja se levantó muy pronto y sacó a Hansel bruscamente de la cama. Se lo llevó al establo y lo encerró en una jaula. Entonces fue a la cama de Gretel y le gritó:
BRUJA: ¡Despierta holgazana! ¡Ve a por agua y cocina algo bueno para tu hermano! Lo tengo en el establo y quiero que engorde, cuando este bien cebado… ¡me lo comeré!
Así, cada día, Hansel recibía montones de comida, mientras Gretel solo comía alguna sobra que conseguía robar.
Todas las mañanas la bruja bajaba al establo y le decía a Hansel:
BRUJA: Hansel, saca el dedo, quiero saber si ya estás gordo.
Pero Hansel sacaba un huesecito, y como la bruja tenía muy mala vista, pensaba que era el dedo del niño.
Al cabo de cuatro semanas, a pesar de que parecía que el niño no engordaba, ya no podía esperar más y decidió comérselo, y le dijo a Gretel:
BRUJA: Mañana, esté gordo o flaco tu hermano, ¡me lo comeré!
Al día siguiente le dijo a la niña:
BRUJA: Gretel, he encendido el horno para cocer algo de pan, quiero que entres y me digas si ya está caliente para meterlo!
Pero en realidad sus intenciones eran cerrar la puerta tras ella para asar también a la niña y así comerse a los dos hermanitos.
Gretel, que había adivinado sus intenciones, le dijo:
GRETEL: No sé cómo se hace, ¿cómo tengo que hacer para entrar?
BRUJA: ¡Pero qué tonta eres!
Y para demostrarle cómo hacerlo se agachó y metió la cabeza en el horno. Pero Gretel, de un empujón, la precipitó dentro del horno y cerró la puerta con el cerrojo!
La niña corrió al establo y liberó a su hermano.
GRETEL: Ya somos libres Hansel! Ya no hay nada que temer! La bruja no volverá a molestarnos.
Los dos hermanitos recorrieron toda la casa recogiendo todas las joyas y perlas que tenía guardadas la bruja. Y huyeron rápidamente de la casa.
Corrieron y corrieron y de repente el bosque les empezó a resultar familiar. ¡A lo lejos vieron su casita! En la puerta estaba el padre cortando leña, que cuando los vio rompió a llorar, pues no había dejado de pensar, arrepentido, en aquel día que los abandonó en el bosque. La madrastra había muerto, y cuando los niños empezaron a sacar las joyas de sus bolsillos ¡los tres saltaron de alegría! Y así acabaron sus penas y vivieron felices para siempre.

Moraleja de Hansal y Gretel

La moraleja de Hansel y Gretel es no confiar en personas desconocidas, pues no sabemos si se nos acercan con un buen fin o tienen malos propósitos, lo mejor siempre es ir con cuidado y no dejarse embaucar.

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